Parte de guerras – 29 diciembre 2003

El Duque de Ansar, General Jefe de los Ejércitos del Reino de España, tras intensas negociaciones de Palacio, firmó el Tratado de «Flandes» por el que las naciones de la vieja Europa acordaron una tregua en la Guerra de La Carta Magna Europea. El cese de las hostilidades ha permitido ordenar el apresurado regreso a España de las tropas destacadas con sus picas en dicha ciudad que diezmadas y exhaustas tras las duras batallas contra alemanes y franceses, cruzan ya los Pirineos. Sin embargo no tendrán descanso. Los Generales El Piqué y Mayoretxe, al mando en los frentes Catalán y Vascongado, han reclamado ya el envío de refuerzos a sus respectivas Marcas donde se recrudecen los ataques y los levantamientos son cada vez más frecuentes. El Ministro de la Guerra fue enviado a oriente con el propósito de estudiar allí la situación de nuestros efectivos de ultramar y el desarrollo de las batallas contra el infiel que retienen allí a otro importante contingente de nuestras tropas, con la esperanza de que la caída del Ayatolá permitirá su pronto regreso. Antes de partir el ministro dejó firmado el decreto por el que además de guerrear la soldadesca habrá de aprender francés, alemán, catalán, vasco y árabe al menos. Por su parte el Califa Al-Chávez  y su gran Vizir Abú Gaspar ben Zarrí, ante la situación, han ordenado la inmediata Modernización de Al-Andalus.

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